La toxicidad gamer, un problema social

Es un hecho que la sociedad avanza en todos sus aspectos, los móviles cada vez son más potentes, las televisiones cada vez más hd y los ordenadores y consolas pueden procesar gráficos cada vez más potentes. Los pokémon han pasado de ser un puñado de píxeles para ser auténticas criaturas que habitan su mundo. Pero esta evolución no siempre ha traído cambios para bien; con los nuevos avances ya no es necesario quedar con los colegas en casa de uno para jugar a videojuegos (aunque esto se siga haciendo), porque el juego en línea nos permite jugar juntos aunque nos separen kilómetros de distancia, nos permite conocer a gente a través de un hobby tan inclusivo como son los videojuegos; pero esto no siempre es color de rosa. Como en cualquier lugar de ese oscuro universo llamado internet hay seres oscuros con malas intenciones, seres que no dudarán en insultar o menospreciar a su oponente (o compañero de equipo) por el simple hecho de tener la osadía de ganar una partida; mi último ejemplo de esto ha sido en el videojuego Watch Dogs, un videojuego que, por una misión de campaña, te obliga a tomar parte de una misión online sin que casi te des cuenta. Y debido a la aleatoriedad de esta, te puedes encontrar con personas que no acepten de buen agrado la derrota y, como me pasó a mí, te manden solicitudes de amistad (que irónico ¿no?) con mensajes ofensivos. Aunque haya citado a Watch Dogs, existen este tipo de personas en prácticamente todo juego que implique una competición con otra persona. Por desgracia, esto no son casos aislados de jóvenes adolescentes, ya que personas con cierta edad también tienen este tipo de comportamientos que la comunidad debe repulsar, ya que aunque no sea un problema que afecte a un jugador en concreto, sí nos afectan a todos como comunidad y con cómo se percibe al prototipo de jugar desde la sociedad.

Por otro lado en el mundo gamer tampoco nos libramos de otro problema que ataca directamente a toda la sociedad, el machismo. Por suerte, cada vez la mujer está más presente no solo con un mando entre manos, sino en puestos de desarrollo y creación de videojuegos, aunque no nos engañemos, aún queda muchísimo camino por recorrer para alcanzar la igualdad. Esto no solo afecta a la industria, ya que ciertos jugadores utilizan el argumento de ‘’juego de chicas’’ para desprestigiar cientos de productos de entretenimientos; juegos como Life is Strange han recibido comentarios negativos por el simple hecho de tener a una adolescente como protagonista, y además lesbiana. En el mundo gamer sigue habiendo un nicho de machismo y homofobia bastante grande; también es un hecho que la mayoría de videojuegos grandes de la industria están protagonizados por hombres blancos, aunque poco a poco se van viendo avances en este aspecto.

Es cierto que, desde que empecé en este mundo, todo ha cambiado. Es verdad que hubo una época en la que los gamers eramos los apestados, la gente rara que prefería estar delante de una consola que haciendo cualquier otra cosa, los niños raros que preferían quedarse en casa con el último videojuego que había recibido por navidad que salir a la calle a jugar con la pelota. Pero hoy en día, pese a algún caso espontaneo de insulto velado o de desprestigio en el noticiero, los videojuegos están empezando a gozar de ese perfil de obra de arte (aunque parece que esto depende del interés). Por desgracia, todos estos avances hacen que un grupo de gamers reaccionen en contra de todo lo moderno, en contra de todo cambio, y en contra de toda persona nueva en este mundo; a estos me gusta llamarlos reparte carnets. Los reparte carnets son esas personas que solo aceptan que una persona pertenezca al mundo gamer si les encajan en su prototipo o pasan su examen; gente que si una chica afirma ser gamer automáticamente preguntan si juegan a algo a parte de Los Sims.

En resumen, la comunidad gamer ha cambiado mucho, cada vez más personas se interesan por este hobby y deciden entrar; cada vez hay más variedad de juegos y cada vez la industria es más grande. Ya se encuentran eventos dedicados únicamente al mundo gamer, la gala de los GOTY está a la altura de los Oscar en cuanto a alcance e interés,  la industria mueve cada vez más dinero en grandes proyectos y surgen nuevas ideas que llevan al límite el hadware y el software de esta industria. El videojuego está más vivo que nunca, pero por eso mismo la gente que llevamos más tiempo aquí debemos dar la bienvenida a cualquier persona que quiera compartir nuestro hobby, debemos ayudar a que los nuevos se sientan cómodos y bienvenidos; pero, sobre todo, debemos demostrar que esta industria sirve para acercar a la gente y enseñarnos a cooperar y trabajar juntos.